La apuesta por la agricultura sostenible, aquella que es respetuosa con el medioambiente se ha convertido en una prioridad. En muchos centros de investigación se trabaja en proyectos para conseguir una mayor sostenibilidad de los cultivos y una disminución del impacto asociado a la actividad agrícola.
La agricultura y el uso de las tierras de cultivo es responsable de más del 20 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y del consumo del 70 % de agua a nivel mundial. Se desperdicia un tercio de toda la producción agrícola global, pero cerca de 700 millones de personas pasan hambre.
La apuesta por una agricultura sostenible y con capacidad para adaptarse a las circunstancias de cada territorio respondería de manera eficiente a las necesidades de la población.