Los avances tecnológicos de los últimos años han permitido a los científicos poder observar mejor los comportamientos de los animales en sus propios hábitats. Así es como han hecho descubrimientos que eran impensables hace solo algunas décadas.
Las tecnologías de observación no son las únicas que han evolucionado, también lo han hecho, y mucho, las relacionadas con los métodos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
Aunque son muchas las especies amenazas en nuestro planeta, quizá sean los fondos marinos y sus habitantes los que requieran una atención más inmediata. La suma de la acción humana y del cambio climático está provocando efectos devastadores en los mares, como bien saben los investigadores de nuestras universidades.
De vuelta a la tierra encontramos proyectos muy interesantes que tienen implicaciones sociológicas, ecológicas y antropológicas.
Una vez más se hace evidente la relevancia del papel de los científicos en la sociedad y la repercusión que sus investigaciones acaban teniendo en nuestro día a día aunque no nos demos cuenta.