Además de producir la miel, el edulcorante natural por excelencia, y los demás productos que obtenemos directamente de las colmenas, las abejas cumplen una función aún más importante, tanto para la conservación de la biodiversidad como para la alimentación humana.
La relevancia de las abejas tanto para la sostenibilidad del medio ambiente como para la economía hacen indispensable la investigación científica para entender mejor su forma de vida y los peligros a los que se enfrentan.
Aunque para la naturaleza la importancia de la polinización sea muy superior a la de la apicultura, quién sabe si será la propia apicultura, la abeja domesticada, la que salve la polinización ejercida por las especies salvajes en peligro de extinción.