Las emociones son parte de nuestra vida cotidiana, sin embargo, durante un tiempo quedaron fuera del mapa de la ciencia. En los últimos años, gracias a nuevas técnicas de neuroimágenes, el enfoque neurocientífico de las emociones ha experimentado un gran desarrollo: se han descubierto funciones del cerebro así como la dinámica neurocognitiva de algunos trastornos y de las emociones.
Las investigaciones neurocientíficas permiten entender los distintos mecanismos neurocognitivos que subyacen a la conducta humana como la motivación, el aprendizaje, la resolución de problemas y cualquier proceso de toma de decisiones.
Desde que Ramón y Cajal estableció cómo fluía la información por el cerebro, hemos aprendido mucho sobre procesos mentales, como la memoria o las emociones, y sobre cómo el cerebro controla los sentidos, las percepciones y las motivaciones. Pero seguimos sin descubrir el modo de curar las enfermedades mentales. Este sigue siendo uno de los retos de la neurociencia.