La ingeniería biomédica desarrolla productos y tecnologías sanitarias para conseguir una medicina personalizada y de precisión que optimice tanto los materiales como los costes.
Aunque se utilizan células con fines terapéuticos desde la segunda mitad del siglo XX, la novedad en los últimos años es la combinación con la ingeniería de biomateriales.
En las universidades españolas se investiga en terapias celulares y en biomateriales compatibles que mejoren la calidad de vida de los enfermos.
Además de los propios avances en el ámbito biológico, la tecnología juega un papel muy importante. Especialmente relevantes son los relacionados con la impresión 3D y el uso de las aplicaciones móviles.
La medicina avanza en paralelo al desarrollo tecnológico gracias al esfuerzo de investigadores y empresas colaboradoras que generan empleo y formación.
No cabe duda de la importancia del apoyo a la investigación para alcanzar retos que están todavía en fase de desarrollo. Como ocurre siempre, habrá que tener en cuenta los aspectos éticos para no terminar haciendo un mal uso de todas estas posibilidades.